CARTA LENTA
CARTA LENTA
Disculpe que me atreva
a robarle un segundo.
No soy un raptor
ni un carterista,
no soy un delincuente
ni un banquero.
Creo que estoy más cerca
de la mendicidad
que de la sisa.
Disculpe, decía, que me atreva
a pedirle humildemente
que me dedique un minuto.
Lo que quiero ofrecerle
es algo totalmente gratuito.
No está sometido
a sorteo público o privado,
ni tiene ninguna condición
sine qua non.
Es sencillamente suyo
y por eso solicito,
y disculpe de nuevo,
una hora de su tiempo,
que adivino es de oro
como el de todos nosotros.
Sólo necesitaré que un día
deambule usted por mi espacio,
que de modesto clama
a quitarse la ropa
y a dialogar despacio,
y en sólo un mes, si me apura,
acabamos con este asunto.
Venga, que allí tengo un año
perdido de su memoria.
Y creo que va siendo hora
de devolverlo a su dueña.
Entendería, sin embargo,
una leve negativa,
sujeta de alguna forma
a posibles negociaciones.
Disculpe que me atreva
a robarle, decía,
una vida entera
y lo que venga después.
Comentarios
un abrazo
Marina
de una eternidad
desde Bandah, te sigo
http://palabraderey.blogspot.com/
Besos!
Además del nuevo aspecto de la página, que está mil veces mejor.
Enhorabuena, espero que todo siga bien :) ¡Un abrazo!
Práxedes.
Me ha gustado leerte.
Saludos,
Sara.