EL PAJARILLO
Delante de mi casa, cada mañana, un pajarillo se posa sobre
mi cancela. Lo miro a través de mi ventana y la luz que atraviesa el cristal
distorsiona el verdor de sus plumas primarias, la aurea altanería de su penacho
florido, la caída elegante de sus plumas caudales. Se que le gusta jugar
conmigo. Se que sabe cuando lo miro. Se que sabe que cree que me tiene. Se que
no piensa que pueda dejar un día de asomarme a verlo. Así que, con irrespetuoso
descaro, se posa cada vez que puede en la cancela de mi vecino. Y él sale
insolente y bravo a regar su fructuoso jardín de flores. Lo mira de reojos con
sus ojos seductores y no ve en el pajarillo su rabadilla creciente, ni su
corona rizada, ni sus claras plumas escapulares. Termina de alimentar su ego de
jardinero discontinuo y se esconde de nuevo, dejando a mi pajarillo ávido de
deseo. Durante un par de días siempre, después de este episodio, el pajarillo
desaparece. Y cada vez que se repite se rompe un poco el cristal de mi ventana.
A pesar de ello, yo me asomo cada mañana esperando su regreso y al no verlo
recupero mi vida íntima y solitaria. Luego, cuando aparece, me quedo
observándolo y vuelvo a encontrar en él bellezas irrepetibles. Sé que un día
dejaré de admirarlo y saldré a la puerta y lo miraré sin cristal traslúcido de
por medio y entonces daré un tiro al aire para espantarlo y se irá a casa de mi
vecino a mendigar miradas de afecto que nunca serán recibidas.
El cielo se llenará de pájaros una mañana. Las cancelas de
mi calle las derribará el viento. Los cristales de todas las ventanas saltarán
por los aires y yo pasearé entonces en mitad del vendaval sin saber a dónde ir
pero con una sonrisa indeleble.
Comentarios
Linda narración. A mí también me fascinan los pajarillos y otros plumíferos. Vivo rodeada de bosques y de pájaros de todo tipo, los cuales me arrancan sonrisas y ensoñaciones. La Naturaleza es la fuente de mis gozos. Un abrazo y sigue escribiendo, poeta!!..