EL VACÍO DE BOÖTES
Ahí estaba, sentado en su sofá, permitiendo a su anodina vida robarle el tiempo. La ciencia había captado su atención a través de un documental sobre el vacío de Boötes, una región en el espacio, a unos 700 millones de años luz de la Tierra, cuya densidad de galaxias es tan escasa que genera un efecto de enorme vacío y oscuridad. Mientras atendía a la explicación de aquella hipnótica voz de mujer madura, pensó en lo solo que se encontraba y en lo extremadamente aburrida que se había vuelto su existencia. Se dio cuenta de que él, como prioridad, se había diluido como un azucarillo en un vaso de leche caliente. Nunca se había atendido lo suficiente. Su inexorable empatía apenas le llegaba para atender las necesidades ajenas y casi no dejaba un reducto de esmero para colmarse a sí mismo. Al segundo siguiente se mostraba en la pantalla una imagen lejana del vacío de Boötes y no pudo evitar ver en ella la figura de un corazón asimétrico e irregular, como el que pudiera pintar un niño en un...