No vengas a verme

No vengas a verme
cuando estamos tan cerca,
cuando todo es vida, luz, agua.
No vengas a verme cuando estoy ebrio
y tengo ganas de verte
a través de la ventana
de mi fluida mentira.
No vengas.
No vengas a verme cuando te llamo,
y cuando te estoy esperando
no vengas a verme.
No vengas a verme cuando te necesito
como el plumero al polvo
como el gusano al cuento.
Cuando soy la planta de la maceta
de la puerta de tu bloque
de la noche aquella que tú no estabas
no vengas a verme.
No vengas a verme hoy
que te quiero tanto.
No vengas porque te mandan,
ni por usanza,
ni por salvarme.
No vengas a verme por la palabra.
Por el calibre de verte conmigo
no vengas.
No vengas a verme porque supongas
ni por saber más de lo que sabes
del otro lado de mi sombra
y del vuelo que hace todo
aquí dentro,
y de la angustia.
No vengas.
Ven a verme cuando me haya muerto,
cuando te quede el recuerdo falso
de este amor prohibido
y te espere la noche
impar y callada.
Ven a verme entonces,
cuando yo ya no pueda estropearlo todo.
Comentarios
El amor prohibido! Qué de noches calladas, pares e impares, largas y m´s largas le esperan a los amantes imposibles.
Excelente poema, conmovedor y sincero.
Gracias por pasar a visitarme y dejar allí tu huella.
Éxitos en tus proyectos!!
Saludos!
Me ha encantado, como siempre, maestro.
un abrazo.
Hoy te he visto y lo seguiré haciendo. No sé cada cuánto tiempo, pero lo haré.
Genial, hermano, genial.
-Er Manué-
En estos momentos te enlazo a mi blog, al cual te invito estimado amigo.
Atte. Fernando Nerú.
de la tierra nacio tu cuerpo
de la luna tu alma
y de tu amor un sufrimiento.
seguiremos en contacto